Martín Anselmi podría optar por una formación 3-5-2 que ofrece flexibilidad y solidez en ambas fases del juego al no tener un Extremo Derecho Nominal con la salida de Antuna. Esta estrategia permitiría aprovechar al máximo las habilidades de Jorge Sánchez como carrilero derecho, junto con la creatividad y dinamismo de un delantero interior derecho, como Giako o Sepúlveda.
¿Por qué una formación 3-5-2?
Flexibilidad Táctica: La 3-5-2 permite tener una defensa sólida con tres centrales, proporcionando cobertura adicional y seguridad defensiva. Esto libera a los carrileros para que se unan al ataque sin comprometer la defensa.
Aprovechamiento de Carrileros: Jorge Sánchez, con su capacidad para recorrer toda la banda derecha, puede desempeñar el rol de carrilero, proporcionando amplitud y profundidad al ataque. Su habilidad para defender y atacar hace que esta formación sea ideal para maximizar su impacto en el campo.
Sin Dependencia de Extremos Nominales: Al usar un delantero interior derecho en lugar de un extremo nominal, como Giako o Sepúlveda, Cruz Azul puede crear más opciones de ataque en el centro del campo. Estos jugadores pueden cortar hacia adentro, combinándose con los mediocampistas y el delantero central para crear oportunidades de gol.
Combinación de Habilidades: Giako y Sepúlveda, actuando como delanteros interiores, pueden explotar los espacios entre los defensores rivales, proporcionando apoyo al delantero central y creando confusión en la defensa contraria.
Potenciando a Jorge Sánchez y Delanteros Interiores:
Jorge Sánchez: Como carrilero derecho, puede utilizar su velocidad y resistencia para cubrir toda la banda. En ataque, puede desbordar y centrar al área, mientras que en defensa puede retroceder rápidamente para apoyar a los centrales.
Giako/Sepúlveda: Estos jugadores pueden moverse libremente desde el flanco derecho hacia el centro, aprovechando los espacios creados por Jorge Sánchez. Su presencia en el área y capacidad de asociación con los mediocampistas y el delantero central aumentan las posibilidades de gol.
En resumen, la formación 3-5-2 no solo optimiza la solidez defensiva de Cruz Azul, sino que también potencia su ataque mediante el uso estratégico de carrileros y delanteros interiores.
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